
"Sin cuota de vacilación alguna, surgió de las sombras de su dormitorio para pararse contenidamente enfurecido ante la ciega vista de sus indiferentes hijos, quienes aún permanecían conectados a sus pequeños mundos de computadoras. Esbozó una mirada desafiante y calculadora. Sin pestañear, liberó un movimiento telúrico debajo de sus calzoncillos, acompañados de una sinfonía de ruidos atípica para su...