Nada cambia y todo parace serlo,
mientras el sentido se aferra a dientes de deidades muertas.
Mezclas de comida descompuestas.
Exactitudes innecesarias.
El poder y la muerte una ideología son,
lujos y miserias de las mismas manos.
De seres que se matan por trascender.
De seres que se creen humanos.
El 2012 no significa nada
ni el 3012
ni el 3.845.721.096.
No existe la huella
ni la bestia ni el salvador.
El 666 y el 777 números son.
El rojo es sangre y lujuria.
El rojo es peligro y amor.
Mientras el blanco no existe.
Mientras el negro no existe.
La verdad no es un color.
La verdad no existe
entre tantos ojos,
tantos matices.
Más exactitudes innecesarias.
Y aun así nos ahogamos en marcas diminutas
y en ojos de lloricas.
En ideas purulentas
y vidas microscópicas.
Ensoñaciones celulares.
¡Más exactitudes innecesarias!
…
...
El 2012
todo cambiará y nada parecerá serlo.
