20110327

Fueron




Alguna vez fueron hermosos:
fueron hombres,
fueron mujeres.

H
oy, son sólo vendedores de Super 8.




visiones/octubre, 2010
Leer más...

20110323

Tú y tu justicia



Podría escupir en tu cara y mear en cada trozo de tu historia degollada!


Tú que evangelizas el DOGMA "si no estás con nosotros, estás en nuestra contra", y que rematas con un "son ustedes o somos nosotros", excluyendo a tu prójimo por ser un idiota, castigándolo con las mismas varas con que fuiste o temes ser castigado. Tú que vives y reinas en la cúspide de "la razón" y te proteges de todo cuestionamiento hacia tu espada evangelizadora.

Tú, el ser humano al que le estoy hablando, te digo que no te preocupes por mí, porque aunque deseo con todas mis fuerzas vomitar en tu rostro en pleno proceso de putrefacción, te perdonaré por las penurias de tu alma y lucharé porque nunca jamás me dominen los demonios de "la justicia", háganse rebautizar como venganza, y te desearé los mejores soles y las mejores lunas para ti y los tuyos, pues yo nos los excluyo, son tan míos como mis hermanos más conscientes, los más puros. Y lo haré para ver si algún día comprendes que ésta es la única manera de acabar con nuestras rabias heredadas y nuestras malditas penas.

Por gente como tú, maldito bastardo egoísta, guerrillero, partidista y pandillero, lucharé por regalar un cambio hoy, para brindarte a ti y al mundo toda la fuerza de mi paz.


De corazón, tú mejor enemigo.



Leer más...

20110317

Para la mujer de mi vida





TE AMO.






Leer más...

20110304

A los ojos


Una vez vi a un pobre tipo entrar muy apurado y distraído a sentarse en un puesto desocupado de un vagón algo deshabitado. Frente a él estaba sentado otro sujeto que, en silencio, lo miraba fijo a los ojos. El pobre tipo se quedó mirándolo también, algo nervioso. Pero no pasaron ni 5 segundos cuando le sonrió torpemente, con una mueca de miedo e inseguridad eterna. El otro sujeto no gesticuló ningún cambio, pues seguía mirándolo con la misma cara de nada, fijo.

Así que el pobre tipo se cambió de puesto al otro extremo de aquel desolado vagón, sentándose frente a mí y me miró con su cara de terror culpable, fijo, a los ojos.

Tuve que cambiarme de vagón.


Leer más...