Rubén no paraba de discutir, no paraba de dar argumentos, no paraba de disparar saliva hasta que se cansó y notó que todas sus pelotudeces habían pasado en vano.
Adelita, la única persona con la que compartía sus noches en aquella crujiente casona incrustada en medio de aquel solitario bosque, no lo tomaba en cuenta, porque ya estaba ocupada hablando con alguien que Rubén no podía ver.
Adelita, la única persona con la que compartía sus noches en aquella crujiente casona incrustada en medio de aquel solitario bosque, no lo tomaba en cuenta, porque ya estaba ocupada hablando con alguien que Rubén no podía ver.
¿Puede haber algo más terrorífico que la única persona con la que estás en una casa solitaria no te tome en cuenta porque habla con alguien que no ves?
ResponderEliminarme parece familiar.
ResponderEliminary sí, hay cosas más terroríficas...
ResponderEliminarDebí haber preguntado qué puede ser más terrorífico...
ResponderEliminarUn abrazo caluroso, de esos que obligan a quitarse todas las vergüenzas de encima, mi querida amiga xD.