
Una vez vi a un pobre tipo entrar muy apurado y distraído a sentarse en un puesto desocupado de un vagón algo deshabitado. Frente a él estaba sentado otro sujeto que, en silencio, lo miraba fijo a los ojos. El pobre tipo se quedó mirándolo también, algo nervioso. Pero no pasaron ni 5 segundos cuando le sonrió torpemente, con una mueca de miedo e inseguridad eterna. El otro sujeto no gesticuló ningún cambio,...
Leer más...