Me digo muchas cosas

Me desvelo y me digo muchas cosas...

... Así, me tatúo una sarta de proezas y revelaciones mañosas.

Me cago en las voces ciegas de los tristes noviciados,
me cago en las amarguras de las comisuras hechas torturas,
me muero de ganas de calar un carnaval en el cielo,
me río de mi suerte miscelánea y de los arcoíris instantáneos,
me reviento de placer por escuchar melodías infinitas,
me limpio la baba arenosa de tanto acarrear pordioseros,
me santiguo cada vez que siento tus pasos ajenos,
me arremango cada vez que tiemblan los tiernos terrenos,
me restriego los ojos de tanto correr por correr,
me censuro el restriegue por lo que valga la pena,
me cargo mis caballos a los hombros si así fuese necesario
y me rebano el cogote si así logro dejar mi cuello a salvo.

Me entrego a lo que sea,
con tal que el silencio sea sereno y el sonido, trueno risueño.
Me sentencio a una vida de hombre muerto,
si por vida me inyecto un tetrapléjico sueño.

Más que esto,
me aguanto hasta hacer lo que puedo.